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Las persianas domésticas enrollables son elementos mecánicos que se colocan en el interior o exterior de las ventanas o balcones. Su principal característica es que impiden el paso de la luz totalmente cuando están cerradas, nos proporcionan privacidad y nos ayudan a ahorrar en aire acondicionado y calefacción.

Se llaman así porque su mecanismo de funcionamiento consiste en que se enrollan alrededor de un tambor superior para recogerlas y se produce el movimiento contrario para desplegarlas. Están compuestas de listones que se pliegan para facilitar su funcionamiento. Estos listones se llaman lamas.

Las lamas pueden ser de diferentes materiales, siendo los más comunes el PVC y el aluminio debido a la ligereza y resistencia al paso del tiempo de estos materiales. Las lamas también pueden ser de madera, aunque es menos frecuente.

Actualmente, en aras de la eficiencia energética de los hogares se suelen preferir las persianas con lamas de aluminio.

Las persianas enrollables pueden estar integradas en el marco de la ventana o pueden colocarse en un hueco, también llamado tambor, generalmente en el lado superior de la ventana, que evita que haya que sustituir la ventana al sustituir o colocar la persiana.

El mecanismo puede ser manual, accionado mediante una cinta o correa que está en una pieza llamada recogedor o mediante una manivela o puede ser motorizado.

La motorización de estos elementos permite una mayor comodidad a la hora de accionarlos, ya que se hace mediante un interruptor o estar integrado en el sistema de domótica de la vivienda. Esta última opción le permite controlar de forma remota las persianas permitiendo un mayor control de la temperatura interior de la estancia o incluso simular que hay ocupantes en una vivienda vacía.

Este tipo de persianas, que no hay que confundir con las persianas venecianas,  presenta un sistema simple de lamas en horizontal que se colocan sin tambor, estando todo el mecanismo a la vista. Se enrollan sobre sí mismas con una pequeña polea simple.

Este tipo de persianas son las típicas de los edificios construidos en la primera mitad del siglo XX y forman parte del paisaje del centro histórico de muchas ciudades. Protegen los hogares del sol, aunque no impiden su paso totalmente, y de la entrada de insectos . Tienen un aspecto vintage que las hace muy atractivas en determinados contextos. Generalmente son de madera, pero también pueden fabricarse en PVC.

Las persianas de seguridad están concebidas para proporcionar un plus de seguridad, sobre todo en ventanas que están en plantas bajas o que tienen fácil acceso desde el exterior.

Están fabricadas en materiales más pesados y resistentes que las persianas de aluminio, lo que las hace mucho más difícil de subir desde fuera si están totalmente cerradas. Además, cuentan con un sistema autoblocante que hace que las lamas se bloqueen si hay cualquier tipo de manipulación exterior, ya que los dos tipos de lamas (la principal y la intermedia) que tienen se pliegan en acordeón haciendo que se bloqueen entre ellas.

No es necesario utilizar ningún tipo de pestillo o cerradura y tienen la misma apariencia que las normales. Además, pueden ser instaladas en el mismo tambor que las convencionales, lo que permite sustituirlas de forma rápida y discreta. Son una buena alternativa a las rejas de protección porque no plantean problemas con la comunidad de vecinos y al accionarse desde dentro son más seguras en caso de emergencia.

La persiana metálica es una parte imprescindible de un local comercial. Protegen la integridad del negocio mientras permanece cerrado. Pueden ser ciegas, es decir, que cubren en su totalidad el escaparate o  la puerta, o perforadas, que son aquellas que nos permiten ver a través de ellas.

En estas últimas hay una gran variedad de combinaciones para que puedas elegir si quieres que se vea la totalidad o solo parte de tu local cuando esté cerrado. Este tipo de puertas cuentan con diferentes accesorios de cierre según las necesidades de la empresa o su localización. Por supuesto, pueden accionarse de forma manual o motorizada, lo que resulta de gran ayuda cuando hablamos de persianas metálicas de grandes dimensiones y mayor peso.

Son persianas de seguridad que ofrecen un plus sobre las convencionales y que son de gran utilidad cuando queremos proteger nuestra propiedad de robos, vandalismo u ocupación, sobre todo en casos de viviendas o locales vacíos a temporadas.

Tienen diferentes prestaciones y están fabricadas en diferentes materiales, según sea el grado de seguridad que queramos alcanzar. Se pueden instalar en puertas y ventanas y debido a su mayor peso se aconseja que sean motorizadas para poder accionarlas con facilidad.